OBSERVADOS POR ALIENÍGENAS
Somos un pueblo manso, bien amaestrado diría yo. Un pueblo sumiso y arrodillado somos todos nosotros. ¿¡Que ya se acabó la esclavitud!? ¿¡Es que acaso no pueden observar sus grilletes y cadenas!? Hace décadas y siglas se hablaba de distopíaS futurísticas, lugares en donde se había llegado al “progreso” de la humanidad; con el costo de la ignorancia de las masas y una felicidad falsa y artificial. Uno de pequeño se leía Libros (o veía las Películas) de la triple entente distópica y pensaba en un futuro distante o exagerado. Veía que en Fahrenheit 451 (obra de Ray Bradbury) quemaban los libros para vivir en la comodidad de la ignorancia, perdiendo el tiempo en chismes y pláticas superficiales.
El PresentE no es tan distinto, pues aunque las personas siguen leyendo Libros, estos en su mayoría los viajan entre emociones y pensamientos bajos, o conocimiento supuestamente histórico que no hace más que mantenerlos reflexionando de Pasados sesgados por la visión del escritor. Te dicen que antes estábamos peor, que hemos ido “evolucionando” hacia un mundo lleno de oportunidades y salud. Al parecer han quemado los libros de su propia SabiduríA, pues son incapaces de observar lo enfermos que estamos en la ActualidaD, y la prueba fácil es pensar en que llevamos meses en una pandemiA que nos han inventado, porque cuerpO sano no se enferma ni mucho menos se preocupa por un viruS de una mortalidad tan baja como la del COVID-19, en donde nos tienen que vender el número de supuestos infectados para atemorizar a nuestra población, pues a veces el número de muertos no nos hace mucho ruïdo.
Más allá de si nació la palabra asintomático para propagar el miedo y bajar las defensas de las personas, o de sí han escrito que personas que murieron de otra cosa murieron a causa del COVID-19, me gustaría recordarle a los lectores que me leen de la obra distópica de George Orwell titulada 1984, en donde se les inventan guerras y se les miente a la población por medio de la media para que en su ignoranciA crean que han progresado en una guerra falsA y que se les ha subido sus raciones de comida, aunque en realidad se las han disminuido. De la misma forma nos vende la media que hemos progresado en cuanto a la salud, y yo veo pura persona con ansia, con miedo, con tos, con obesidad, con cansancio crónico, con estrés continuo y con diez mil pastillas para mantenerse en píe en este mundO modernO. Miramos a los pueblos originarios con una cara de empatía, cuando ellos son los que deberían de tener una cara de empatía con nosotros por haber degradado tanto la salud humana. Pueden venir a argumentarme que las personas ya van más al gimnasio y que se empiezan a cuidar la alimentación, y entonces me sale una lágrima cuando observo que los niños todavía consumen leche, pan blanco bimbo, salchichas, jamón, cereales azucarados, refrescos, galletas, y demás porquerías que a mí también me dieron mis padres cuando fui pequeño. Y veo a estos niños con lentes y encerrados en sus celulares y computadoras y se me rompe por un segundo mi conexión con mi aLMa y brota un poco de tristezA. Y luego observo a las personas encerradas entre cuatro paredes haciendo ejercicio con la intención de que tengan marcados sus bíceps y sus nalgas. Consumiendo un exceso de proteínas y almidones en el caso de los hombres, y un exceso de no se que cuantos productos para mantener una sonrisa exterior en el caso de las mujeres. Basta con que no les contesten un mensaje inmediatamente para que salgan a relucir una gran cantidad de emociones tóxicas y pensamientos repetitivos y autodestructivos para darnos cuentas que la SaluD no va por ahí.
Luego agarro un Mundo Feliz de Aldous Huxley y observo como los ateos han proclamado al supuesto progreso científico como su nueva religión y me pongo en posición fetal para tranquilizarme, pues lo observo HoY mismo en casi todo el mundO. Observo la generación de drogadictos e ignorantes de la que hablaba Huxley a mí alrededor, aunque el la predicaba muchos siglos después. Ha llegado la distopía nosotros, y bueno, ya vomitado un poco la introducción salto a decir que estamos siendo vigilados todo el tiempO. El “Big Brother” nos observa todo el tiempo, por eso cuando hablamos de algún tema nos aparece inmediatamente en la publicidad con la cual nos bombardean, que en su mayoría no pasa de comida basura y cursos para volvernos “exitosos”. Hace unos años sacaron a la luz que la CIA tiene intervenidas las cámaras y micrófonos de los aparatos electrónicos de los estadounidenses (quién sabe si también los nuestros; pero de que nos escuchan lo que decimos las computadoras es un hecho, basta con preguntarle a unos cuantos de sus conocidos). ¿Saben que hicimos todos cuando nos dimos cuenta que tenían intervenidos nuestros aparatos electrónicos? Tapar con cinta negra la camarita webcam de nuestras laptops. Menuda sarta de sometidos que somos. Menuda sarta de ignorantes que somos. Nos observan todo el tiempo, y cada clics que hacemos se vuelve un dato de estadística para controlarnos mejor.
Esclavos somos HoY en día, y me atrevo a decir que llevamos ya siglos y milenios, por lo menos, metidos en este agujero de manipulación. Tal vez en mi caso me resulta muy fácil comprenderlo, pues siempre ese me ha dicho que soy inteligente, cuando en realidaD solamente he estado un poquito menos bloqueado que la mayoría. Por eso cuando me di cuenta de lo manipulado que estaba yo, no me resultó difícil observar lo enfermos que estamos todos. Eso no me convierte en un genio, al contrario, habla muy mal de nuestro mundO modernO que un tipo como yo de ignorante pueda alzar la voz tan fácilmente y romper las cosmovisiones tan pobremente edificadas de la mayoría de la población. No podemos ni siquiera dejar de pensar a voluntad, ni controlar nuestros impulsos y adicciones. Necesitamos horas de estudio obsesivo para aprender información que no sirve más que para mantenernos fuera de nuestra conexión con la NaturalezA. Entonces me doy cuenta y tiro a la basura las toneladas de información falsa que me han ido metiendo en la cabeza durante toda mi vida. Que no me hable una persona sin SaluD de lo que es la SaluD, si yo soy capaz de correr descalzo en las montañas y ellos no pueden pasar ni un día sin comer, aunque tengan título de doctor nutriólogo. Luego vienen a decirme que necesitamos tenis de $3000 para que no nos lastimemos nuestras rodillas, cuando la mejor solución es no usar calzado alguno. No han de haber experimentado con su propio cuerpo lo que me piden a mí que crea como dogma, pues siguen rezando que con la pirámide alimenticia tiene algo de “verdaD”, la cual nos reza que lo que más tenemos que comer son carbohidratos en panes, harinas y cereales. Cuando les cuento esto a las personas les pregunto rápidamente: “¿La agricultura es natural?”, y me dicen que no. “¿Entonces cómo puedes creer que nuestra alimentación está equilibrada con la NaturalezA si comemos cosas que cultivamos?”. Los vegetales todavía son mucho más rescatables que los cereales, pues al menos estos mantienen una emulación cercana a las frutas en cuanto a que se mantienen frescos por algún tiempo y tienen algo de la misma cantidad de vitalidad que las frutas… ¿pero qué vitalidad puede tener un pan bimbo blanco, el cual es trigo con huevo con químicos procesados y horneados para que todavía los quememos en el tostador y les pongamos los desperdicios de la carne de los animales (conocidos como embutidos o salchicha y jamón)? Y luego viene un psiquiatra neurótico a decirme que tome unas pastillas para volver a ser “normal” o más bien para arrodillarme como el resto.
No hagan caso a nada de lo que he dicho, pues son meros puntos de un entretejido mucho más completo, solamente pónganse a reflexionar un poco acerca de cómo nos mantienen bloqueados por todas partes, llenos de una falta de SaluD y una tristezA inmensa. Somos observados todo el tiempO y todavía decimos que no es cierto, y nos ponemos a filosofar de posibles futuros distópicos en donde ya no existe la privacidad ni la plenitud. La distopíA está en tiempo PresentE hermanos. Me gustaría poder sentarme y tener este sentimiento nostálgico de que alguna vez tuve privacidad, de que alguna vez no me intentaron manipular con información falsa. Me gustaría poder suspirar y decir: “recuerdo aquellos tiempos en donde éramos libres”; pero no los encuentro en los anales de Historia de ninguna biblioteca, tal vez porque la verdadera Historia de como nos han ido manipulado es información confidencial. Pero nos hablan de la primera guerrA mundiaL y de como se destruïan, y nos hablan de la segunda guerrA mundial y de como se destruïan. Y leemos de las guerraS actuales y de como nos destruïmos. Y leemos las noticias de la psicosiS mundiaL que hay por una supuesta pandemiA y me sale la lágrima. Observados somos por seres sin SentimientoS ni AmoR, tal vez sean alienígenas que se infiltraron en el Edén…

Michel Azar
Escritor permanente en El Revólver. Revista Literaria.
[1] Nota del editor: el texto se publicó respetando las reglas de orografía propias del autor.
Tanto la fotografía como el poema son propios del autor y pertenecen a él.