Desde las alturas
Mirita
Es un poco rara
la noción del ser
de la que yo siento:
como una mujer
a veces me veo,
como una paloma.
Cuando soy paloma,
vuelo por los cielos
sin ropa interior
sólo con las plumas
que el tiempo me dio.
Y desde allá veo
la mujer que sufre
la mujer que ama
la que nada tiene
Y es abusada
Y es maltratada
Y está resignada.
La que se levanta
junto con el alba
a buscar la leña
a buscar el agua
y luego al fogón
para preparar
la poca comida
que ella encontró.
La veo en la calle
sale a trabajar
para ella y sus hijos
a ganarse el pan,
pero su salario
siempre es menor
al del compañero
aunque los dos suden
el mismo sudor.
Cuando estoy volando
también puedo ver
como despertando
está la mujer que
aprendió a escribir
también a leer,
porque sus derechos
quiere conocer.
Me gustaría mucho
que fuera infalible
que vuele al viento
con su cuerpo libre
sin usar sostén
sólo con sus plumas
y su consentimiento
Qué pueda vestir
falda larga o corta
y no sea motivo
para ser juzgada
o para ser violada.
Qué la propaganda
no la utilice
en vender su cuerpo
en vender su alma
ni en trata de blancas.
Qué vaya a la escuela
y a la Universidad
que no la detenga
esta sociedad.
Que nadie pretenda
sus alas cortar
y como mujer
la dejen volar.
Y desde las alturas
ella puede ver
lo bueno y lo malo
lo bello del ser.
Que hay un mundo hermoso
y buenos hermanos
donde no hay guerra
odio ni traición.
Tampoco existe discriminación.

Este poema forma parte del poemario “Jugando a ser poeta” de Mirita.
El autor de la imagen principal de esta entrada es Guillermo.